UN RICO LEGADO EN DISEÑO DE MANDOS

UN RICO LEGADO EN DISEÑO DE MANDOS

En Razer, cada mando que fabricamos está diseñado con un único objetivo en mente: ofrecer a los jugadores la ventaja competitiva total. A veces, esa ventaja es tan poderosa que cambia el juego. Un ejemplo: el Razer Onza, nuestro primer mando de consola, estaba tan adelantado a su tiempo que se prohibió en un torneo de la MLG por superar los límites de lo que se consideraba el "juego limpio".

Pero eso no nos frenó: definió nuestra ética. Desde el Onza hasta el Raiju, y ahora el Wolverine V3 Pro y el Wolverine V3 Pro 8K PC, hemos seguido creando mandos que no solo cumplen las expectativas, sino que las superan. Porque cuando se trata de un juego de alto nivel, no basta con ser bueno.

Diseñado para profesionales, con profesionales

En Razer, un gran hardware comienza con una ingeniería de primera clase, pero eso es solo la mitad de la ecuación. Diseñar un mando que rinda al más alto nivel implica trabajar mano a mano con quienes viven al límite de la competición. Por eso, cada mando que creamos se crea tanto en los laboratorios, como en las scrims, los torneos y los bootcamps.

Desde los primeros prototipos hasta las diseños finales, colaboramos con algunos de los mejores jugadores de esports del mundo para garantizar que cada pulsación de botón, tirón de gatillo y movimiento de joystick se pruebe bajo la presión del mundo real. ¿Cuál es el resultado? Mandos en los que confían los profesionales, perfeccionados para la victoria.

Construido para resistir, diseñado para dominar

La ergonomía no es algo nuevo para nosotros: está en nuestro ADN. Desde los galardonados ratones gaming hasta las cómodas sillas gaming para jugar todo el día, Razer lleva años dominando la ciencia del tacto y de la reducción de la fatiga. Esa misma experiencia de primera clase está en cada mando que fabricamos.

Nos obsesionamos con cada curva, la colocación de los botones y la textura de agarre para garantizar que no solo parezca una extensión de tu mano, sino que estés cómodo con él durante maratones de juego. Y con materiales reforzados y una construcción hecha para resistirlo todo, nuestros mandos están diseñados para ganar hoy, pero también serán tu arma preferida en el futuro.

La innovación incesante está en nuestro ADN

No solo nos mantenemos al día con la tecnología, sino que vamos más allá. En Razer, cada mando que fabricamos incluye nuestro compromiso con la innovación, incorporando los últimos avances para dar a los jugadores una verdadera ventaja donde más importa.

Con el Wolverine V3 Pro, introdujimos los sticks y gatillos analógicos de efecto Hall para una precisión antideslizamiento y un control ultrasensible, junto con Razer HyperSpeed Wireless para una latencia de nivel de torneo a más de 2,4 GHz. Todas las pulsaciones son ultraprecisas, desde los botones frontales táctiles mecanizados hasta las palancas posteriores totalmente reasignables, diseñadas para reaccionar en fracciones de segundo.

Después llevamos el rendimiento al siguiente nivel con el Wolverine V3 Pro 8K PC, nuestro mando inalámbrico más rápido hasta la fecha. Diseñado para jugar en PC al más alto nivel, cuenta con una tasa de sondeo de 8000 Hz líder en el sector, para disfrutar de un reconocimiento de entrada casi instantáneo. Con solo 220 gramos, es también nuestro mando inalámbrico más ligero, diseñado para mayor velocidad, agilidad y resistencia. Y con el lanzamiento de la tecnología de palanca de mando TMR (magnetorresistencia de túnel), ofrece una precisión y durabilidad inigualables, estableciendo un nuevo estándar en la innovación de las palancas de pulgar.

También lideramos el cambio con diseños más innovadores. El Razer Kitsune redefine el concepto de los juegos de lucha con un diseño de switches ópticos sin palanca, que permite entradas ultrarrápidas y una ejecución más limpia de la hitbox en la que confían los mejores de la FGC.

Tanto si juegas en consola como en PC o participas en la arena de los deportes electrónicos, nuestro objetivo sigue siendo el mismo: equiparte con material que no solo esté preparado para el futuro, sino que lo defina.